En la asignatura Proyecto Emprendedor 1 he aprendido que emprender no se trata únicamente de montar un negocio, sino también de desarrollar una forma distinta de pensar, planificar y ejecutar ideas. Como estudiante de Ingeniería en Sistemas, estos aprendizajes cobran todavía más valor, porque la tecnología es un campo que cambia rápido, exige iniciativa y abre oportunidades para crear soluciones reales a problemas de todos los días.

1. Emprendimiento

El emprendimiento es la capacidad de identificar oportunidades y transformarlas en proyectos reales. En ingeniería en sistemas esto se vuelve especialmente útil, porque podemos convertir una necesidad del mercado en un software, una app o un servicio digital.

Aplicaciones profesionales:

1. Crear aplicaciones o plataformas digitales para resolver necesidades específicas.

2. Desarrollar startups tecnológicas basadas en productos de software o servicios en la nube.

3. Automatizar procesos en empresas que quieran digitalizarse.

4. Diseñar o implementar sistemas de seguridad informática.

5. Integrar tecnologías emergentes (IA, IoT, blockchain) para innovar con soluciones nuevas.

2. Idea de negocio

Toda empresa —y muchos proyectos tecnológicos— nacen de una idea de negocio. Esta idea define qué problema se va a resolver, cómo se resolverá y quién estará dispuesto a pagar por esa solución.

Aplicaciones profesionales:

1. Validar una app o software antes de invertir tiempo o dinero en su desarrollo.

2. Crear servicios de consultoría tecnológica para pequeñas empresas.

3. Desarrollar plataformas educativas en línea enfocadas en nichos específicos.

4. Diseñar un sistema SaaS que funcione con suscripción mensual.

5. Crear productos combinados de hardware y software, como dispositivos IoT.

3. Elevator Pitch

Saber presentar una idea en poco tiempo es una habilidad indispensable. Un ingeniero en sistemas no solo debe saber programar: también debe comunicar, convencer y mostrar el valor de su solución.

Aplicaciones profesionales:

1. Presentar propuestas de software ante inversionistas o directivos.

2. Participar en concursos universitarios de innovación.

3. Explicar un proyecto técnico a clientes sin conocimientos tecnológicos.

4. Introducir un nuevo sistema dentro de una empresa.

5. Defender prototipos o ideas en eventos de emprendimiento.

4. Bootstrapping

El bootstrapping consiste en comenzar un proyecto con recursos limitados. En el mundo tecnológico, esta estrategia es muy común, porque muchos grandes proyectos de software comenzaron con poca inversión y mucha creatividad.

Aplicaciones profesionales:

1. Construir prototipos utilizando herramientas gratuitas u open-source.

2. Lanzar versiones básicas para validar el producto sin grandes gastos.

3. Generar ingresos iniciales que permitan financiar mejoras futuras.

4. Colaborar con comunidades de desarrolladores para ahorrar recursos.

5. Trabajar con otros estudiantes o profesionales para avanzar sin costos altos.

5. Proactividad

La proactividad es una competencia emprendedora esencial. Significa actuar antes de que surjan los problemas y buscar soluciones sin esperar a que otros lo pidan.

Aplicaciones profesionales:

1. Detectar fallos en sistemas existentes y proponer mejoras.

2. Anticiparse a necesidades del usuario mediante nuevas funciones.

3. Mantenerse actualizado en lenguajes, frameworks o herramientas modernas.

4. Tomar liderazgo en equipos de desarrollo.

5. Proponer proyectos dentro de la empresa sin esperar instrucciones.

Conclusión

Estos cinco conceptos no son solo contenidos de una materia. Forman parte de la base que necesito como futuro ingeniero en sistemas para crear soluciones reales, comunicar ideas con claridad y ser capaz de emprender —ya sea dentro de una empresa o creando mis propios proyectos. Cada uno de ellos aporta una forma de pensar más estratégica, más creativa y más orientada a la acción, algo fundamental en un área tecnológica donde las oportunidades cambian y crecen todos los días.

att - Reny G Rosario

para el profesor y doctor - Vladimir Estrada...